23 de Abril de 2011, Andrés Rodríguez 

PSOE, ¿TRAICIÓN A UNA IDEOLOGÍA?

               

 Hemos llegado a un punto en el que los conceptos de Izquierda y Derecha han quedado en el olvido. Es difícil encontrar un partido político que se ajuste       plenamente a una de estas ideologías, y los que lo hacen son fuertemente criticados.

 En nuestro actual escalafón político nos encontramos con una amplia representación de dos partidos, PSOE y PP, y luego con otros partidos minoritarios, unos de “izquierdas”, otros de “derechas”, y otros sin clasificar, que no llegan a ser aquel centro que presidía Suarez, pero que no se decanta ni por un bando ni por otro.

 La explicación de ambas ideologías, Izquierda y Derecha, y la posición de los partidos políticos respecto de estas es muy simple: “Supongamos que somos dueños de un kiosko de helados en la playa; si situamos este puesto en el extremo izquierdo de la playa solo captaremos clientela de este lado de la playa y, si por el contrario, nos situamos en el extremo derecho, solo captaremos los clientes que se encuentren en este lado. Ahora si nos colocamos en el centro captaremos clientela de un lado y de otro. Traduciendo esto en política, los partidos políticos, con el fin de captar votos, suelen traicionar sus principios y colocan su “puesto” más al centro. Ahí tendríamos al PP y al PSOE, que se sitúan en el extremo derecho e izquierdo respectivamente, pero bastante cerca del centro para captar “clientela”.

 ¿Hasta qué punto ha traicionado el PSOE su ideología? He oído a mucha gente decir que el PSOE tiene bastante poco de Socialista y de Obrero, afirmación que no comporto. El Partido Socialista Obrero Español históricamente se ha definido como un partido que se asienta sobre los principios de libertad, igualdad, progreso, solidaridad y justicia social, un partido caracterizado por la protección social y la ayuda a los más desamparados, y hasta este punto he de decir que se han cumplido y se siguen cumpliendo estos fines, razón suficiente ya para decir que el PSOE es un partido de “izquierdas”. Pero continuemos. 

 Se ha culpado a Zapatero de acabar con el PSOE, de traicionar la ideología del partido, pero ¿Por qué?. La actual situación económica no es fruto de haber traicionado unos ideales, es fruto como todos sabemos de una nefasta crisis mundial y de graves consecuencias a nivel nacional, sobre todo en cuanto a creación de empleo se refiere, por un modelo productivo agotado y que ninguno de los gobierno anteriores supieron atajar, pues su política económica en su momento fue la del “pan para hoy y hambre para mañana”. Es cierto que la política llevada a cabo por el gobierno socialista para solucionar el problema de la crisis no es del todo de izquierdas, pero es que en momento de crisis hay que tomar decisiones duras que no siempre son del agrado de todos, ni tan siquiera de tus seguidores. Así, medidas como la subida de impuestos, la congelación de pensiones y de salarios de los funcionarios no son medidas de agrado de la clase obrera, pero importantes y necesarias para el crecimiento económico. El objetivo de reducir el déficit con el fin de hacer crecer la economía y no caer en bancarrota ha obligado al gobierno a actuar en este sentido, pero ello no ha sido motivo para olvidarse de los más desfavorecidos. A las estadísticas me remito cuando afirmo ello, pues en el 2010 el gasto social supone el 50% del gasto público, mientras que los recortes extraordinarios para reducir el déficit sólo afectan en un 0,5% el gasto social. 

 Bien es cierto que soportamos una excesiva tasa de desempleo y que hasta ahora las medidas para combatirla no han sido suficientes a corto plazo, pero quizás sí a largo plazo. Tal vez la recuperación de empleo sea lenta pero eficaz, y así evitar caer de nuevo en la fácil política del “pan para hoy y hambre para mañana”. Si bien no hay que ceñirse estrictamente a medidas para el futuro, como la reforma laboral, sino que hay que crear empleo y proteger a los desempleados. Para ello se creó el Plan E, gran generador de puestos de trabajo de corta duración, así como se ha llevado a cabo una amplia protección para los desempleados sin precedentes en nuestra historia democrática.

 Considero grandes medidas del PSOE la reforma del sistema de pensiones, una reforma pensando en el futuro y necesaria para el sostenimiento del sistema. Cierto que el retraso de la edad de jubilación y el aumento de los años necesarios que se deben computar para tener derecho a la pensión máxima son medidas impopulares y de poca acogida, pero de gran importancia. Además, este sistema se ha diseñado de manera excelente, con el consenso de sindicatos y fuerzas políticas, y de manera progresiva, característica fundamental del futuro sistema de pensiones.

 Otra de las grandes medidas es la Ley de Dependencia, ley que apoya a los más necesitados que enaltece los ideales del partido que mencionábamos al principio de este artículo de solidaridad y justicia social, así como las medidas de matrimonio homosexual, que fomentan la igualdad y libertad, un sistema de becas que ofrece igualdad de oportunidades para todos, libertad religiosa y una ley del aborto, que si bien entiendo no sea de agrado de todos, es justa en un sistema democrático que propugna la libertad.

 Por tanto, me atrevo a afirmar que el PSOE se ha mantenido fiel en gran medida a su ideología, ha respetado sus principios e ideales que desde sus comienzos ha venido propugnando, y, si bien es cierto que en el actual contexto económico se ha visto obligado a llevar a cabo medidas económicas de recortes, las cuales no conjugan con la ideología de la izquierda política, también es cierto que en ningún momento se ha dejado a un lado al más desfavorecido, y la protección social y la solidaridad han sido siempre los principios fundamentales en los que se asienta este gobierno y el Partido Socialista Obrero Español.