PROGRAMA ELECTORAL RUBALCABA

ECONOMÍA SANA Y COMPETITIVA

Una economía sana es una economía sin desequilibrios excesivos, como el elevado endeudamiento privado; una economía más competitiva, con un crecimiento equilibrado gracias a la diversificación de los sectores productivos: los socialistas apostamos por un sector de la construcción innovador y proporcionado, un sector turístico y textil renovado, por la ecoindustria, la biotecnología, la industria agroalimentaria,etc.

En el ámbito público el Estado debe ser un actor facilitador de la actividad económica. La estabilidad presupuestaria es un principio de buen gobierno, garantía de la inversión productiva y de la cohesión social. Fuimos los socialistas lo que aprobamos la Ley de Estabilidad Presupuestaria y ahora, con la crisis de deuda soberana en Europa, se ha hecho necesario constitucionalizar ese principio de estabilidad presupuestaria.

La sostenibilidad presupuestaria significa también mejorar la gestión de los recursos públicos:

• Los socialistas nos comprometemos a incrementar la coordinación entre todos los niveles de la Administración evitando las duplicidades y haciendo un mayor ajuste en aquellas políticas que no sean prioritarias. 
• Asimismo, las administraciones tienen que ser más transparentes y cumplidoras, siendo necesario hacer frente a la morosidad del sector público.

La fiscalidad es el principal instrumento para la financiación del Estado del Bienestar, por ello es necesario realizar reformar en nuestro sistema fiscal que permita asegurar los recursos de acuerdo con los principio de progresividad, equidad y eficiencia. Para ello promoveremos una nueva fiscalidad orientada a un mejor reparto de la carga impositiva, de forma que los que más tienen contribuyan de forma más visible a la financiación de las políticas de crecimiento y cohesión social.

• Crearemos un nuevo impuesto sobre las grandes fortunas.
• Si el Gobierno socialista reavivase, entre tanto, el impuesto de patrimonio, el nuevo impuesto elevará los tipos para los patrimonios más altos e incluirá las modificaciones necesarias para impedir que sus efectos recaigan, como ocurría antes, sobre las clases medias.
• Asimismo reduciremos las caras administrativas innecesarias y focalizaremos los incentivos fiscales en el apoyo al emprendimiento.
• Incentivaremos las tecnologías más limpias y más eficientes.

Finalmente, seguiremos luchando contra el fraude fiscal y la economía sumergida y adoptaremos nuevas medidas contra los paraísos fiscales.

Una economía competitiva es la que utiliza todo el potencial de la sociedad para crecer y crear empleo y es la única que puede crecer de forma sostenida en el tiempo: ello requiere un mercado laboral seguro y flexible y un tejido productivo con más empresas, de mayor tamaño y favoreciendo la aparición de nuevos proyectos empresariales. Requiere también:

• apostar por la innovación y la formación: desarrollaremos la nueva carrera científica, más predecible y basada en méritos; la puesta en marcha de la Agencia Española de Investigación reducirá la burocracia, dará mayor estabilidad a la financiación de la ciencia y más autonomía a los investigadores; extenderemos la innovación a todos los sectores del sector productivo español; reforzaremos la internacionalización de la I+D acercaremos la innovación a las pymes; continuaremos adecuando el sistema educativo a las necesidades del tejido productivo a través de la FP; seguiremos fomentando que los trabajadores amplíen sus conocimientos; mejoraremos la calidad del sistema universitario, etc.
• incorporar al sistema productivo la eficiencia energética y la perspectiva de la sostenibilidad medioambiental.  Para ello centraremos nuestras propuestas en torno a cuatro grandes compromisos: lucha contra el cambio climático y la promoción de un modelo energético y de transporte eficiente;  conservación y puesta en valor de nuestra biodiversidad; reducción de la contaminación y mejora de la eficiencia en el uso de todos los recursos naturales.
• un sector industrial y de servicios robusto y  de vanguardia: desarrollaremos una política industrial encaminada a la mejora de su competitividad; seguiremos reduciendo las cargas que afectan a las empresas en sus relaciones con las administraciones, etc.
• un sector financiero al servicio de la economía real: en el nivel europeo proponemos establecer una tasa sobre las transacciones financieras que permita frenar la especulación en el sistema financiero y estabilizar a los mercados; también proponemos mayor coordinación entre las entidades supervisoras a través de las nuevas agencias europeas en los mercados de la banca. En España debemos culminar el proceso de reestructuración del sistema financiero, logrando con ello que vuelva a ser la fuente de crédito para la nueva economía. Estableceremos un impuesto sobre el balance de las entidades financieras, con el objeto de contribuir a financiar medidas encaminadas a favorecer la creación de empleo, reactivar la economía y salir de la crisis; también revisaremos la normativa sobre la concesión de créditos, especialmente los hipotecarios, para que ésta se haga de forma responsable.